Los Círculos de la Memoria

Los Círculos de la Memoria

En este texto les contaré la experiencia y práctica que he hecho, en términos generales, aún no estoy seguro de enseñar este arte, porque veo la inmensa ventaja que me da sobre los demás, y también el dinero que me podría proporcionar. Pero escribo de ello porque mi blog es leído por muy pocos, y confío en quienes me leen. Pienso enseñar este arte, pero sólo a quienes considere apropiados, antes de que en algún momento sea usado como un estándar en la educación mexicana (o al menos eso desearía, si sigue funcionando como hasta ahora).

Todo comenzó cuando, durante mi servicio social leí el prólogo de un libro de Giordano Bruno, antes de la pandemia, desde entonces, creo, me interesó el tema pero no pude conseguir libros al respecto. Hasta que por fin pude leer: El Arte de la Memoria, de Frances A. Yates.

Quedé fascinado por los círculos infinitos de Giordano Bruno. Quizás, en alguno de sus libros que fueron quemados haya estado, aún antes de mí y Sor Juana, un grupo de poemas enredados.

He decidido dedicarme al arte de la memoria los próximos 3 a 4 años, quizás más. Entraré a una maestría en educación, espero que no me cambien el tema de investigación. Quiero emplear los conocimientos científicos actuales sobre la memoria para mejorar el arte antiguo.

Liberando a Mnemosine

El último mes de clases del ciclo escolar 2022-2023 comencé a usar la técnica de los lugares con mis alumnos de la materia de filosofía. Yo quería ponerles a memorizar todos los filósofos más sonados, desde la antigüedad hasta la actualidad, en orden. Pero cuando ya llevábamos 33 comenzaron a quejarse, pensando que no podrían recordar tanto. Y por miedo a estresarlos demasiado les dejé solamente recordar 35. Estos fueron los resultados:

En esta tabla:

Recor = Cantidad de filósofos recordados, junto con lo que decía cada uno.

Extra = Si recordó datos extra.

Nombr = Si recordó los nombres de los filósofos, pero no qué decían.

Nervi = Si estaba nervioso durante el examen.

Loci = Si asistió a las prácticas de la técnica de los lugares.


En el aula había dos alumnos neurodivergentes, una con autismo y otra con una discapacidad cognitiva desconocida por mí con exactitud. El promedio del total, se aprendió 25.5384 filósofos y qué decía cada uno. Y si descontamos a las dos alumnas neurodivergentes: F y J, pues la alumna F se sentía incómoda con las clases fuera del salón, los neurotípicos se aprendieron 28.8182 filósofos y qué decían cada uno.

El hecho de que algunos estuvieran nerviosos durante el examen me da a pensar que, si hubieran estado relajados, varios más podrían haber recordado todos. Y el hecho de que recordaran 4 la totalidad de ellos, y que esto lo aprendieron en un solo mes, y con flojera, porque no repasaron con la técnica hasta que les dije que haría examen de esto, me da a pensar que pudiéramos haber llegado muchísimo más lejos si practicáramos esta técnica con más tiempo, y revisando como trabajos constantes a lo largo del semestre esta misma práctica, en vez de una sola evaluación.

La Técnica de los Loci

¿Y cuál es ésta técnica? A quien no sepa le explico. «Loci» significa «lugares». Salimos del salón y nos paramos en la entrada de la escuela. Les señalé la rampa, donde hay unas plantas y les dije: 

—Ahí vamos a imaginar a un viejito regando las plantas, así recordaremos a Tales de Mileto, que decía que el principio de todas las cosas es el agua.

Para recordar a Anaximandro les dije que no se me ocurría cómo recordar su nombre, sólo que usáramos poner a una Ana, entonces una alumna me dijo «Y un Alejandro». Entonces, pusimos a Ana y Alejandro vendiendo planes ilimitados de Telcel o Móvistar. Así, recordamos que Ana-Alejandro (Anaximandro) decía que el principio de todas las cosas era el Ápeiron, que se traduce por «Lo ilimitado».

Para recordar a Anaxímenes pusimos a una Ana y una Ximena juntas, echándose aire con un abanico. Recordando así que éste decía que el principio de todo era el aire. 

A lo lejos pusimos, en un montículo de tierra, junto a un tambo, a Jenófanes con un burro con manos haciendo esculturas. Recordando que dijo que la tierra era infinita y que dios no tenía forma humana, pues si los burros tuvieran manos harían esculturas de sus dioses con forma de burros.

Para recordar a Parménides pusimos un queso parmesano flotando arriba de dos vías del tren, una con un vagón lleno de opio, y en la otra vía un vagón verde. Recordando así que decía que había dos vías, la de la verdad y la de la opinión.

Para recordar a Zenón de Elea no les dije lo que yo me imaginaba porque me daba pena que me llegara a escuchar la coordinadora. Ellos decidieron poner una tortuga, para recordar la paradoja de Aquiles y la tortuga, y para recordar «Zenón» no sé cómo le hicieron.

A Pitágoras lo pusimos en el techo, donde hay una pirámide, por el teorema de Pitágoras, les sugerí también imaginarlo asesinando a Hípaso de Metaponto por descubrir los números irracionales.

A Heráclito lo pusieron en el Oxxo, siendo atacado por un perro, con una espada de fuego, y bañado o enterrado en caca. El que entiende, que entienda.


También les hice algunos memes sobre los temas.

Y así, pasamos luego a llenar todo el primer y segundo piso de la universidad con filósofos y cosas que sirvieran para recordarlos, tanto sus nombres como lo que decían. Yo quería llenar también el tercero pero se empezaron a quejar.

Ejemplos destacables: 

-Aristóteles con cuatro brazos, en una mano un martillo, en otra un plato de comida, en otra los planos, y en otra el metal: Las 4 causas: eficiente, final, formal y material.

-Un furro. Thomas Hobbes: «El hombre es el lobo del hombre».

-El ávatar pisteando con caguamas: Empédocles y los 4 elementos.

En resumen, estuvimos así un mes entero:


Parecía que ellos se divertían casi tanto como yo, los únicos motivos de quejas eran que si uno no durmió y tenía sueño, que estaban cansados de estar parados y caminando, y otras cosas así, pero el ejercicio les viene bien, y el que no durmieran está fuera de mi control. 

El defecto de esta técnica es que parece haber funcionado únicamente con los neurotípicos. Afortunadamente, este contraste me da la posibilidad de comparar el uso de la técnica de los loci y la memoria natural. La alumna que no participó en la actividad aprendió 15 filósofos, mientras los demás aprendieron en promedio 28.8182, es decir, casi el doble. Según parece, pero me hará falta hacer más pruebas, esta técnica es al menos el doble de efectiva que la memoria natural y las otras técnicas que intenté para enseñarles. Y antes de que estudiaran para la evaluación, de practicar el recorrido conmigo, la mayoría recordaba alrededor de 18-22, mientras la alumna que no asistió con nosotros a la técnica loci, sin estudiar recordaba sólo 6. En tal caso, sin estudiar, sólo realizar la actividad parecería ser 3 veces más efectiva que la memoria natural.

El Círculo de Giordano

Sinceramente, al libro de «La Sombra de las Ideas» de Giordano, no le entendí mucho. Así que me vi bastante impulsado a hacer mi propia versión. Tanto para mejorarlo, como para adaptarlo a mis gustos y cosmovisión. Me siento pequeño poniéndome al lado de Giordano, y una voz tímida me dice en el oído «¿Cómo te atreves a decir que mejoras algo hecho por Giordano?», pero le contesto que él no sabía todo lo que ahora sabemos de la memoria. Además, él era neoplatónico y ésta visión, aunque interesante, no es coherente con los conocimientos actuales. Así que les diré ahora en qué consiste la mejora que le he hecho, breve y escaso porque mantendré en secreto lo mejor de esta técnica para mí y mis alumnos, y sólo la transmitiré en persona, al menos por ahora.

Me he puesto dos retos: Memorizar todos los elementos de la tabla periódica y todos los artículos de la constitución mexicana. Y poder decirlos en orden, del primero al último, del último al primero, de dos en dos, tres en tres, y cualquier otro orden o secuencia.


Este es mi círculo de la memoria. Tiene 28 lugares en el perímetro, y un lugar en el centro, el número 29. ¡Alabada sea Mnemosine! Giordano Bruno la encerró en 30 sellos, porque el 30 para él era un número sagrado. Pero yo prefiero el 29, el primer número escrito en la historia humana, sobre un hueso hace 40,000 años, contando los días que tardaba la luna en completar su ciclo. Además, el 28 es divisible entre 4, siendo así los 7 días de la semana.

Además, por niveles, los visualizo como un auditorio o anfiteatro, con asientos, gradas, en los que pongo objetos, escenas de una película. Y allí hago a los personajes hacer, decir y vivir cosas relacionadas con lo que quiero recordar.

Así estoy memorizando los elementos:


Sé el número de protones que tiene cada elemento por su posición. Los que están en los anillos exteriores o niveles exteriores, simplemente le sumo 29 al lugar en que se encuentra. Digamos: Hidrógeno ocupa la posición 1, el Zinc está en la misma posición pero en segundo nivel, entonces 1+29=30, es entonces el Zinc el 30. Así puedo decir en distintos ordenes cada uno de ellos.

No les diré por qué, pero aún no termino, me he tardado realizando los preparativos para este círculo y otras técnicas, estuve 2 a 3 meses preparando esto, y apenas llevo 1 mes haciéndolo trabajar y viendo sus resultados. Quien quiera practicar estas técnicas de manera personalizada tardaría aproximadamente lo mismo, antes de ver los resultados. Pero cuando yo enseñe esto, podrán comenzar a disfrutar sus beneficios mucho más pronto. ¿Por qué? Porque esto es similar a un nuevo lenguaje, aprenderlo será más fácil que inventarlo. Yo me he tropezado muchas veces para hacerlo coherente y sigo trabajando en las llaves y mapas para todos los cofres de Mnemosine.

La cosa por la que me siento maravillado con esto, es que con estas técnicas puedo recordar números de página, libros, capítulos, secciones. El lugar exacto en que se encuentra la cita me ahorra horas de búsqueda manual.

Además, el mayor beneficio del círculo de Giordano, es que puedes poner una copia de cada anillo, afuera del mismo, y hacerlose girar. Imagina un reloj que por fuera tiene otro reloj más grande, y giras el exterior, de modo que el 12 y el 1 están juntos, el 1 y el 2, el 3 y el 2, etc. O puedes girarlo más y emparejar el 3 y el 7, el 4 y 8, 5 y 9, etc. Y ver todas las imágenes y símbolos que tienes ahí, todas las cosas que has puesto para recordar, y ver cómo se relacionan todas ellas entre sí. Las ideas brotan como agua hirviendo. Esto sólo podrá entenderlo quien lo viva, pero haré el intento de mostrarlo:

    En mi círculo, le haré una copia al primer nivel, y puesto como un anillo exterior esta copia, lo haré girar una sola posición en el sentido del reloj. Ahora los veo como pasillos, al cruzar el pasillo 1 está inmediatamente el pasillo 2, y veo todas esas imágenes y escenas superpuestas. 

    En la posición 1 tengo una escena con la que recuerdo una cita de El Mundo como Voluntad y Representación de Schopenhauer, que dice «El mundo es mi representación, no existe el sol sino un ojo que lo ve». Y en la posición 2 hay una cita del Lun Yu de Confucio, que dice «El cumplimiento con el deber para los padres y los hermanos es la raíz de la humanidad». ¿Tienen algo qué ver? Quizás no, pero da para reflexionar, ¿la humanidad es una representación o una voluntad? Inmediatamente me recuerda la Voluntad General de Rousseau, igual que hay una voluntad general de un pueblo, ¿habría una voluntad humana o voluntad de la humanidad? Entonces pienso, que más adelante Schopanhauer dice que la voluntad es un proceso del cuerpo. Así que la voluntad del individuo habría de ser a la humanidad, lo mismo que la voluntad de una parte del cuerpo al cuerpo entero. ¿Es verdad esto? No sé, pero es algo en lo que podría pasar bastante tiempo pensando. Me recuerda a Auguste Comte y la Humanidad.

    Veamos qué más hay en la relación del 1 y 2. En el 3er nivel de la posición 1 tengo una cita del Evangelio de Felipe que dice «Mediante un mismo soplo el fuego se enciende y se extingue». Y en la posición 2 tengo una cita del Lun Yu que dice «Guía al pueblo con leyes y castigos y te obedecerán por miedo pero carecerán de sentido del honor, guíalos con la virtud y ponlo en orden con los ritos, y serás como la estrella polar, alrededor de la cual todos giran, se avendrán y tendrán sentido del honor». ¿Tendrán alguna relación? Pienso, que quizá sea la forma de gobierno como el soplo, y la sociedad el fuego. La forma de gobierno la mueve y la apaga. Con esto también recuerdo otra cita de Rousseau que decía «Los motivos de la caída de un Estado está ya dada en los principios de su fundación», igual que el soplo enciende y extingue. Y si cambiamos al Estado por el individuo, aplicamos la misma idea: La vida de un individuo se enciende por el mismo soplo que la apaga. ¿No han visto que a veces, lo que más nos hace sentirnos vivos es lo que más nos consume? Similar a la metáfora de Buda de la vela, el fuego es la pasión, ella es la emoción y el deseo, pero es la misma que nos mata. Si el soplo que nos enciende son las leyes y castigos, nos consume el temor, la culpa o el castigo; pero si es la virtud... ¿ésta también nos extingue? ¿cómo nos mataría la virtud? Quizá como a los trabajadores que controlaron el desastre de Chernóbil. Este, me parece, podría ser tema para un ensayo muy gordo.

Esos son dos ejemplos de cómo se pueden relacionar todas las cosas que se encuentran en el círculo de la memoria. Las posibilidades creativas son inmensas, y se cumple lo que decía Confucio: «Aquél que repasando lo sabido aprende de ello algo nuevo, puede ser maestro» Lun Yu 2:11. Con esta técnica, repasas lo que sabes, y aprendes con ello mucho más. No es una técnica solamente para recordar, sino también para aprender. Y se cumple también lo que decía Confucio «Estudiar sin reflexionar es vano, reflexionar sin estudiar es peligroso» Lun Yu 2:15. Todo lo que pongas en un círculo como este te hará reflexionar.

Beneficios los Círculos de la Memoria

1. Puedo memorizar cualquier cosa, sólo me toma entre 5 y 10 minutos, y ya no se me olvida. Sólo es necesario repasarlo unas pocas veces. Y puedo aprovechar cualquier conversación para repasarlo. Pues yo en conversaciones cotidianas suelo decir «Sí, y Pitágoras dijo que...» etc. Dado que memorizo lo que me gusta, cada vez que hablo de lo que me gusta lo repaso y se afianza más. De modo que no me cuesta nada. Quien haga su círculo con superhéroes porque ésto le gusta, al hablar de superhéroes recordará todas las cosas que ha memorizado con ellos.

2. Es divertido y fascinante. Pues se crean imágenes extrañas, ridículas, asombrosas y extravagantes. P.ej., a Melanie Klein la visualizo como en su foto, una señora mayor, amable y que trata niños. Pero para recordar el número de página en que dice el objetivo de su tratamiento, la imagino con una serpiente de cascabel albina en los pechos. Nunca antes me la hubiera imaginado así. También se generan toda clase de imágenes dignas de estar en la Divina Comedia, pero en una que sí da risa. Por ejemplo, para recordar la fecha de nacimiento y muerte de Schopenhauer, lo veo con un zanate en el hombro y un capibara de dos cabezas en los brazos, montando un reyezuelo gigante, con un gato con cabeza de erizo en el lomo. No debe haber más de diez personas en la historia humana que se hayan imaginado a Schopenhauer montando un pájaro tan lindo. Es divertido.

3. Tengo desagradables recuerdos de los debates que antes hacía, yo también por necio, siguiendo la tradición de mis maestros de llamar pendejos a todos los que no supieran lo que ellos sí, o a quien pensara diferente. Yo he cambiado en eso, pero los hay que no. Y así, si los debates fueran una pelea a puñetazos, mencionar los números de página exactos sería como darles un machetazo.

4. Seguro les ha pasado que cuando planean decirle algo a alguien, llegan a sus casas y recuerdan otras cosas que querían decirles, pero se les olvidó en el momento. Porque no tenemos orden en nuestras ideas. Tanto en charlas cotidianas, como problemas interpersonales como hablar con la ex y cosas así, se me olvidaban varias cosas a veces; también dando clases suele haber una que otra cosa que olvidé mencionar durante la clase, y me acuerdo ya que terminó. Pues ya no más, tengo toda la información organizada, y puedo decirlo de modo ordenado y claro, sin esfuerzo, e incluso me divierto mientras lo hago. Me verán ahí hablando serio sobre sociología, pero por dentro estoy imaginando a Don Quijote montando un velocirraptor con cabeza de gato.

5. Puedo memorizar números de página, capítulos, secciones y versículos, párrafos, folios, etc. No le veo utilidad a memorizar citas textuales, pues al escribir es más fácil copiar y pegar que escribirlo a mano. Además, cualquier texto que no esté en su idioma original es una interpretación, por lo que el único caso en que veo útil recordar la cita textual palabra por palabra, es en caso de que la memorice desde su idioma original. Pero al dar clases, si un alumno me pregunta o no confía en lo que digo, porque vio un TikTok o un video en YouTube, puedo sacar el libro y presto poner la página y ponérsela para que lo lea por sí mismo.

6. Como dijo Giordano Bruno «Me veo bien mamalón diciendo todo de memoria y con número de página», no lo dijo así, pero eso dijo. Fue más algo así «Para darme a conocer di 30 lecciones de memoria ... El Rey Enrique III me preguntó si mi memoria se debía a la magia o la hechicería, le expliqué que era gracias a la ciencia y al arte». De este modo uno resalta, te ves cool, como si tuvieras un pacto con el Diablo (que sí tengo).

7. Cuando ya tienes varias cosas ves cómo todas las cosas que tienes ahí se relacionan entre sí, como si entre todas las cosas, incluso las más lejanas, tuvieran una relación oculta esperando a ser descubierta. Esto, si han leído mi libro, Del Arte como el Origen de la Cultura, o Psicología de la Creatividad, de Manuela Romo, sabrán que es el néctar de la creatividad. Así que, a cualquier persona que quiera ser creativa o serlo más de lo que ya es, le vendrá de maravilla.

Comentario Final

Estos meses calurosos han sido una maravilla. Mi amigo Manuel Román me enseñó un método que tenía para organizar la información para su tesis, asunto que mejoré, y luego hice un programa de computadora para clasificar la información, cosas que también mantendré en secreto. Pero ahora con esto, y el arte de la memoria y mis círculos, siento que he subido de nivel 4 veces en muy poco tiempo. Ojalá alguien me hubiera enseñado ésto desde niño.

He soñado ya varias veces que recuerdo las citas que tengo en la memoria. Estaba, por ejemplo, en un juicio en el Seol y allí le dije a alguien «Esta es una cita del Banquete de Platón, 202a, que dice "No pretendas que porque algo no es bueno, sea necesariamente malo"». Seguro has tenido sueños en los que piensas algo que crees que es lógico mientras duermes, pero al despertar te parece absurdo; que en el sueño recuerdas o piensas cosas que en la realidad no son así. Pero asombrosamente, en mis sueños el círculo de la memoria se mantiene intacto, allí sigue lo que puse, y en el sueño sigo recordando el lugar exacto en que está la página que estoy citando, algunas cosas cambian, pero esto no cambia. Porque es muchísimo más fácil recordar lugares y animales que números crudos.

Estoy muy emocionado. Y quiero probar enseñarle este método que he mejorado a mis alumnos, y ver si con ellos funciona tan bien como para mí.

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